lo pasado pasado

No sé porque en el caos de mi mundo, siempre deseo escribir cuando estoy enojada; la verdad casi siempre soy el terremoto de la mala suerte o del genio que quedó atrapado en la botella, siempre fue así, siempre fui la que necesitaba un té amargo para eso del mal genio.

Otra vez estoy enojada, mmm que raro, llevo horas tratando de llegar vía virtual, telefónica o telepática con el jefe, ese en el que siempre confío y a veces me deja un sabor en la boca peor que el del té amargo, ese que tomaba desde chiquita, el horrible té que mi sobreprotectora, enérgica y castrante madre me daba a beber como brebaje de buena vibra, o brebaje que toman las incasables cuando ya ni San Antonio les funciona.

Mario por qué siempre ocupas mi pensamiento, desde que te conozco me la paso pensado en ti, ¡que bueno! dirías pero más que un acto de amor es un acto de egoísmo, una válvula de escape donde el amor funciona de marcapasos, donde siento que tú y sólo tú eres la parte sólida y segura de mi deprimente verdad!!

Hoy hable contigo desde tu exilio ideológico en Santa Fe, y me he sentido con ganas de llorar, después de mucho tiempo he vuelto a escribir y me he vuelto a enamorar de ti. No lo había hecho desde que mi hermano me pidió prestado mi cuento para aprobar literatura, y el muy…. ganó un concurso llevándose el crédito de escritor en la familia. La verdad ya me había jubilado de la escritura a pesar de tu insistencia y la de Humberto por crear mi blog, estoy segura que si lo creo, como ya lo hice fraudulentamente una vez no voy a escribir ni jota.


Siempre me he sentido como pez en el agua en medio de las multitudes, extrañas para tí que las odias, es curioso pero en el medio de los chismosos me siento inerte, muerta y vacía, siento que funciono por by pass. Creo que me aterra no entender de los contextos.


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Acabo de chatear contigo, sé que estás agripado eso me preocupa, oí tu voz en la mañana que me hablaste, en fin tengo que escribir de Enrique Agüera el casi rector hoy estaba super encabronado no es mi pedo, pero si se veía mal se molestó con las incomodidades de Efraín, casi le grita; además se puso un sombrero texano con tintes de gay, que parecía un travesti imitando a caballo dorado, jaja eso si que hizo reír. Muñeco, te extraño eso es lo último que puedo decir, en especial orita que ando depre. Lo bueno es que los niños ya están mejor, Sianya y Gael también te extrañan, toman su teléfono de los increíbles y simulan que te hablan martellito, como ellos te dicen…..