Thursday, May 18, 2006

de còmo los baños tienen personalidad

No olvido cuando en los bellos tiempos con la hoy Rubia S....e R..s A.....a reportera de un medio político local, me la pasaba de pelos y no niego inmensamente feliz, eramos buen quinteto, pero el origen de este post no es hablar de esta niña que por cierto mi hijo adora.

En realidad es hablar de su poca capacidad de cagar en cualquier baño, espero no balconear su freses escatológica, pero así es...
ella necesita tiempo y soledad pa sentarse y defecar, nadie debe estar ni atento ni observante, ni en su casa, además si quiere hacer popo sea donde sea que este tiene que ir a casa, a aplastar las nalgas en ese único lugar donde se siente segura. Me asombraba como en un intento Heiddeggeriano le daba personalidad e identidad a su baño.
ciertamente yo también tengo mis bemoles, no voy a cualquier baño, y aveces me aguanto, aunque no llegó al extremo de viajar kms hasta mi baño o de correr a todos de mi casa a la hora de la popo. Prefiero tomar agua, comer fibra y educar el intestino. En fin pero ese tampoco es el punto, el punto es como en un lugar tan ajeno a la Identidad (Heidegeriana) tan perdida de la Hermenéutica analógica el baño es lo único que tiene identidad y personalidad.

Los sanitarios del piso de abajo son para toda la masa flotante que llega casi siempre frustrada a realizar un tramité y aunque allí siempre se pone un rollo de papel enorme este siempre desaparece a los dos minutos. Pero en los de arriba el sentido de pertenencia de los empleados de la SEP, que la gente visitante casi no los usa a pesar de que son abiertos a todo el público.
Lo más curioso es que por la mañna quien los limpia pasa horas allí meditando no sé qué. Mientras las damas llegan a orinar, peinarse, mojarse las manos, lavar un vaso y salir en un tris. Estas decenas de mujeres optan por entrar siempre al mismo excusado a pesar de que hay tres las damas eligen su preferido y usan siempre el mismo.
Pero después de las tres de la tarde en medio de la soledad, cuando ya no queda casi nadie, van a su baño indicado y hacen popo (lo supongo por la tardanza).
Se adueñan del espacio y fuman a escondidas, esperando que la enorme ventana que da a la calle lleve su halo misterioso color marlboro. Las colillas tiradas a la peña terraza nunca usada son testigos silenciosos de los actos, las evidencias no mienten.
Otro de los sistemas de apropiación es cuando una se sienta en un baño y la otra se convierte en su comparsa allí en el camuflage que el baño da, se ponen a hablar de medio mundo (cuando yo quedé en el tercer baño, me escondi y guardé silencio, no quería que supieran que escuchaba todo).

Lo cierto es que lo más cómodo es después de las cinco cuando los baños son lavados a conciencia, como cuando los curas tratan de expiar sus culpas y pecados de obra, pensamiento y omisión; porque las Damas de la SEP se sienten satisfechas del acto de limpieza, en fin.

Es curioso como ellas no se apropian de sus computadoras, ni de las impersonales y apretadas oficinas mejor conocidas como puntos de engorde después de que les dí la " generación X" de Coupland.

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