un tipo no tan raro
Su aspecto sombrío pero a la vez estridente siempre me había llamado la atención, habían pasado casi diez años desde la primera vez que lo vi. Sólo había cruzado un par de palabras con él en diez años. Pero a leguas se notaba que no era de mi agrado. Recuerdo que las primeras veces que lo veía por la mañana salía en un short extremadamente ajustado y llamativo. Su corpulencia lejos de verse atractiva se deslizaba en la vulgaridad. Mientras yo trabajaba en la imprenta atendiendo a la clientela me asomaba a la calle para ver como iba y venía todo el día, me preguntaba en que trabajaba porque no usaba el día en un lugar cerrado o comerciando cualquier cosa, ¿en que empleo de esta mocha y conservadora ciudad cabría con ese atuendo y con tanto tiempo libre? ¿ Qué come, cómo gana dinero, qué diablos hace? ese tipo que siempre está tomando un café, leyendo un cuadernucho de poesía o merodeando por las calles sin familia. ¿Quién era ese hombre tan misterioso, será oreja de gobernación, será un narcomenudista? No lo sé, lo que sí descubrí hoy por la mañana es que no está tan solo como pensé. Cruzó la calle del portal rumbo al italian pavoneándose con una corbata de arcoiris que le llenaba el orgullo hasta las ideas. Sé que no está solo, pero de cualquier modo, ¿ cómo se sostiene?