Monday, January 23, 2006

En enero los deseos

En enero los  deseos siempre se pasan a una lista de neón como si en una ráfaga de luces de año nuevo se fueran a cumplir. No implica que hagamos las cosas para que se cumplan , sin embargo tenemos la tonta idea de que por pensarlos justo a la hora del atragante de uvas, los vamos a cumplir. Como cada año, empiezo mi  año con suerte de perro callejero, espero que las cosas mejoren después del diez de mayo, eso espero. Siempre sucede, soy la del medio año de la fregada y la del medio con good lock, con atractivos viajes, vuelos (adoro los aviones), un trabajo medio, un poco de dinero extra, cosas nuevas, un poco de ropa, cosas  chidas en términos profesionales, estabilidad emocional, salud infantil, no obstante. NO TODO SE PUEDE TENER. ¿Con qué me quedo?
No puedo decir que todo está perdido,  cuento con lo más importante amor incondicional, de Sianya, Gael, Arturo y de Mayin.

No tiene mucho que una amiga me preguntó, -pero¿ Lo amas?. Porque tengo muchas conocidas que tienen un hombre con ellas porque quieren a sus hijos, porque les resuelve el pedo económico, porque representan compañía, porque no sé, por muchas cosas. Mira tú y él son completamente diferentes, tú eres sociable, autoritaria, mandona, bailadora etc. Físicamente eres medio atractiva.   Y él es todo lo contrario.
-Sin pensarlo dos veces por primera vez en mi media vida, contesté que sí
Quizá no es el tipo más guapo, ni fue el más popular de la prepa, no es el más rico, pero es todo lo que yo quiero de un hombre.  
Me ama, la gente lo admira por su inteligencia (la inteligencia es algo que me gusta presumir, mía o de los míos) que quieren soy soberbia y megalómana. Es sensible, adorable, besable, amable, tranquilo, fiel, honesto, quiere a todos y cada uno de los míos y lo más importante  me ama con todo el palmo de defectos que soy y tengo, me ama como soy y yo lo amo de la misma manera.

Después de todo no es un muy mal medio primer año. 2006  a ver cómo nos va

Monday, January 16, 2006

los sueños rotos


“Debajo de la cama es que los sueños siempre se esconden” esas eran las sabias palabras de la abuela de ese niño almendrado, y como siempre buscaba debajo de cada cama, la bolsa mágica llena de sueños, nunca los encontró.




¿qué es la eternidad?  No lo sé, pero hoy más que nunca sé que es la sabiduría. Es la capacidad de darle sentido común a las cosas comunes, es encontrar la respuesta en su mirada, en sus manitas y hasta en sus llantos.


“Mamá ¿los conejos comen zanahorias? Me preguntó alargando sus pequeños ojos, su mirada escrutadora era más contundente que la pregunta, mírame contéstame”. Con ternura inusitada le respondí que sí. Inquisidor como sólo él y con la sabiduría que sus cuatro años le habían dado me respondió.  –Si los conejos comen zanahorias entonces por qué me las das de comer a mi?

Esa tarde no supe que responder, como me ha sucedido muchas otras veces, con su preguntas inquisidoras, con sus miradas de fuego y con su agigantada ternura y amor.

Gael cuando seas grande sabrás porque eres tú el que me enseña y me educa y no yo.

Sunday, January 15, 2006

i wanna love you

El amor un invento medieval

Sé que eres todo lo contrario a un stripper, que tus calzoncillos o zotes no lo sé definir aún son antisensuales, que inspiran todo menos la pasión, que no eres sexi, y aunque no lo creas te doy las gracias porque eso me hizo recordar una vieja discusión contigo en medio de un viaje al centro en la ruta tres desde tu departamento hasta el wimpis (Mi salón de la Justicia), ese viejo cafecito, especial para viejitos pero que a mi me gustaba porque era mi centro de operaciones crazy con Rubén mi súper amigo…. Te cuento parte de la historia y esta sí es para ti.
La primera vez que leí a Johan Huizinga sobre el otoño de la edad media, me clavé en el mundo de las ideas occidentales, sé que Huizinga a tenido mejores cosas que hacer como el Hommo –ludens es decir el hombre juguetón, pero con el Otoño de la edad media, le dio sentido al mundo de mis fracasos emocionales. Ese extraño medievalista me dio argumentos para decirle a mi madre o a mis etéreos amores que el amor era un invento de la edad media, que el amor no existía y que había sido en el 1100 de nuestra era que el término se había acuñado, para darle sentido a la pútrida vida de los caballeros, para acabarla de joder. Esos mugrientos caballeros embutidos de una hoja de lata llamada armadura, se enamoraban de las mujeres imposibles, es decir que desde no bastaba el amor por una mujer, teníamos que llenarlo de basura dramática para que tuviera sentido, entonces el i was born to love you nació desde ese entonces al lado de los amores imposibles.

I was born to love you
With every single beat of my heart
Yes, I was born to take care of you
Every single day

El impasse humano no quedaba allí, el caballero andante flacucho piojoso y sin bañar, así como eran a diferencia de los estúpidos cuentos de hadas, esos caballeros después de milenios, desde el nacimiento de la humanidad, le daban otro sentido a la misoginia del mundo occidental y oriental i think so. Pues dejaron de ver a las mujeres como la odre de los excrementos, en otras palabras en un costal de estiércol que simplemente servían para guardar a los pequeños hombrecitos por un pequeño lapso tiempo y después nacer. Ahora los hombres eran capaces de llevar una espada en la mano y una rosa con un poema en la otra. Desde entonces Freddie Mercury se volvió el poeta más codiciado de los amores imposibles y de las crónicas medievalescas del amor.

I've fallen in love
I've fallen in love for the first time
And this time I know it's for real
I've fallen in love, yeah
God knows, God knows I've fallen in love

Así fue como las mujeres venimos a darle sentido a la puteada vida de los hombres. Y no es presunción pero dentro de su machismo necesitan de una vieja para sufrir, desde la ceniputacienta hasta Martita Sahagún. Rupturas, encuentros y encontrones de los opuestos.

Sin embargo, hoy el argumento se me ha muerto, el paso de los años desde mis dulce 19 a mis casi treinta, me hacen pensar que me equivoqué y que me creí el invento medieval, que mis dudas sobre el amor se me revuelven como cólico menstrual, que sí, tal vez nací para amarte y odiarte y sentirte y despertar a tu lado, y hasta perdonar tus ronquidos que provocan que mi vecina de al lado, me toque la puerta todas las noches y me grite que apague el motor de mi corazón, que el volkswagen que vive en mi casa tiene el motor descompuesto que necesita afinación.



El amor, las almas gemelas, los amores taciturnos, platónicos, contingentes, clasificaciones de algo que simplemente no comprendemos. Pero hacen sentir que mi vida tiene sentido si tu estás a mi lado.

I was born to love you
With every single beat of my heart
Yes, I was born to take care of you
Every single day...


I was born to love you
With every single beat of my heart
Yes, I was born to take care of you
Every single day of my life

You are the one for me
I am the man for you
You were made for me
You're my ecstasy
If I was given every opportunity
I'd kill for your love

So take a chance with me
Let me romance with you
I'm caught in a dream
And my dream's come true
It's so hard to believe
This is happening to me
An amazing feeling
Comin' through



I wanna love you
I love every little thing about you
I wanna love you, love you, love you
Born - to love you
Born - to love you
Yes I was born to love you
Born - to love you
Born - to love you
Every single day - of my life

An amazing feeling
Coming through



Yes I was born to love you
Every single day of my life

Go, I love you babe
Yes I was born to love you
I wanna love you, love you, love you
I wanna love you
I get so lonely, lonely, lonely
Yeah, I want to love you
Yeah, give it to me

el poeta del amor

Wednesday, January 11, 2006

Una cálida mañana de invierno

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Una mañana de invierno

En algún lugar de un gran país Posted by Picasa

El trópico de Denisse



El trópico de Denisse

La gente siempre le llamaba “el trópico”, a ese lugar caluroso y polvoriento, sus palmeras todas resecas, apuntaladas una por una en los camellones de las avenidas, concertaban con los raquíticos perros, que husmeaban entre los basureros improvisados en cada esquina. Las casas de adobe con techos de palma adheridos con guano de gaviota, me hacían recordar su infancia perdida entre los cañaverales del pueblo. Apenas era un muchacho, sus trece años no le permitieron distinguir entre el abuso y el placer que el cantinero le propinaba con violencia deleitable, esa húmeda noche de abril.

El lugar no tenía nada de mágico, y año con año, yo soñaba con abandonarlo para siempre, nunca regresar, Daniel había dejado de ser Daniel, sólo Dennisse permitía a propios y extraños recordar las resquebrajadas reminiscencias del Danny. Nunca entendí por qué la gente le llamaba el trópico, pero la palabra me golpeaba en la mente como látigo sobre la espalda de alguno de los tanto negros que vivían allí y que por mucho tiempo habían sido esclavos de mi abuelo.
Hasta que lo entendí, pero no fue por su calor, ni por las voluptuosidades de las damas de las noches del “Diamante”. Tampoco, por las madrugadas donde los pescadores se apeaban de las lanchas llenas de pescado y camarones de playa azul.
En Sabanilla las casas siempre tenían las puertas abiertas, y en cada patio yacía una hamaca para descansar después de la jornada. Las sillas mecedoras formaban parte de ese escenario que detenía al tiempo, habían pasado treinta años desde mi primer recuerdo y todo seguía igual. Las palmas, el olor a mezquite, las gallinas cacareando en los gallineros. Las puertas abiertas que nunca invitaban a pasar, las solteronas y las mujeres regordetas tendidas sobre las mecedoras y cada casa, todas y cada una de ellas pintadas de blanco ostión, con una rara mezcla de cal y nopal.

La noche que comprendí que esa tierra sin ninguna bendición de Dios era el trópico fue en el “Diamante”, había pedido una cerveza bien helada, Rómulo el mesero, me la había traído en un tarro tapado con una servilleta de papel, siempre procuraba tapar todos los tragos porque a pesar de que el sol hacía horas que había desaparecido sin rumbo fijo; todas las bebidas se incendiaban con ese maldito calor noctámbulo, a pesar de que el ventilador del techo giraba sobre mi cabeza, aumentando mi desesperación y amargura por lo abierto de ese encierro. La servilleta tenía dos usos, el primero evitar que cada trago llegara al punto de ebullición, y dos, que los mosquitos se embriagaran mientras tenían una muerte lenta, en las aguas del destile.

La oscuridad del “Diamante”, con sus tropicales cumbias de la Sonora Dinamita, violentaban mi borrachera, mientras que Denisse se convertía en cómplice de cada trago, que con falsas esperanzas me hacían olvidar mi fracasada vida. Mi manos sudaban, mi camisa se convertía en toalla de boxeador que limpiaba el sudor de mi desaliñado rostro ocasionado por el combate nocturno, los borrachos del sitio bailoteaban al punto del ridículo y de los malabares con un ritmo de la Dinamita “Carmen se me perdió la cadenita, la Cadenita que tú me regalaste Carmen”, levanté el rostro, mire el espectáculo alrededor y comprendí que ese el trópico de un pueblo perdido de Tabasco.

Sunday, January 08, 2006

the family Posted by Picasa

cuando todo se nubla, es mejor, ver la tele, darte un baño, tomar un café, ponerte a llorar o postear algunas fotos, pero nunca, por Dios nunca escribir poesía depresa, eso lo puede hacer cualquiera....


Sangre que cubre
el abeto del jardín,
olor a
muerte que me sigue
con placer desesperado.
Rencor que yergue sobre
los pálidos escapos del rosal.
Amor que nunca llega,
músical llanto de la cienega
que se ha cansado de soñar. Posted by Picasa

Yo quiero ser como él

El historiador Katz, experto en revolución, vive en Chicago, me dio su correo y platicamos en el Camino Real por media hora, es un gran hombre y un magnifico historiador, hablamos de Fox, de sus libros, de mi tesis, de periodismo, de Cahahuates y de que la UAP lo dejó esperando por tres horas. Tiene la cualidad de no dejar de sonreir Posted by Picasa

Como en la Biblia ya

Como en la Biblia ya estaba escrito…


Ya estaba escrito que así iba suceder…

Nací un diez de mayo, han pasado dos décadas y un poco más, y nunca he podido tener una fiesta  de cumpleaños, es un fecha infestejable, nadie llegará a tus fiestas porque es día de la madre, o bien porque tu familia tiene que decidir entre comer y festejarte, para acabarla de amolar y para reafirmar que ya estaba escrito, nací a media quincena un diez, a quien se le ocurre, sólo a mi.

Eran las ocho de la mañana de ese sábado diez, y mi mamá estaba haciendo mole poblano, que por cierto le sale muy bien, vaya anuncio del nacimiento de una cría, mi hermana que estaba hecha una bola, apenas caminaba la chata como aún le dicen…

Bien, pues mi jefa tuvo ganas de cagar, vaya suerte la mía, desde que nací lo escatológico me iba a  acompañar, fue al baño y por poco me caga, pero cayo en la cuenta de que no era popo, que era yo… la  misma de los ojos de perro con misma suerte, lo digo porque son de dos colores y sé que nadie me creerá hasta que me conozca, son mitad miel, mitad verde.

Estaba solamente con la chata que pesaba horrores lo sé porque vi una foto de la abuela paterna cuando la fui a conocer a los 17 años a Veracruz, mi mamá no tiene fotos de nosotras, todas las quemó, sólo tiene una mía  de bebé  y nuestro registro fotográfico es a partir de los tres años.

No pensó en otra cosa que hablarle a quien sabe quien, la neta no me acuerdo y ella fue a hablarle a la partera, porque mi moderna madre, rockera y medio hippiosa no llegaba al hospital, “vivíamos” en Villa Juárez.

La señora se fue, mientras que ella sentó a la chata en la cama, tiró una cobija al suelo, porque no quería ensuciar la cama (que poca, ¿no?) con mis miserias, se abalanzó al suelo y en menos tiempo y esfuerzo que requiere aventarse un pedo, nací. Ya desde entonces era histérica y desesperada.

Para cuando llegó la partera, yo ya había llegado, ya me había parido. Solas las tres como la vida nos había marcado, siempre juntas, siempre amándonos, siempre peleando, siempre las tres. Mi mamá dice que no le dolió, y que la partera tan mística como todas las parteras le dijo. “te va a sacar muchas lágrimas”, y la profecía nuevamente se cumplió.

Nunca me habla del caballo, de mi papá, sólo sé que yo desde entonces era chillona, enojona, soñadora y terriblemente berrinchuda, el destino marcaría que nadie me soportaría por mucho tiempo sólo ellas dos. En fin desde que nací y hasta los dos meses de edad, creo que ya era Celina, lloraba y lloraba que un día mi papá –lo digo así porque no lo odio- no abandonó, tomó sus cosas y se fue, simplemente se fue, no soportó mis gritos  de escuincla chillona de dos meses. Mi mamá como mujer de su tiempo, fanática de Janis Joplin y de Lennon y de otros más que adoro gracias a ella; como Diamond, Erick Burdon and the animals, no me amantó, me pegó al biberón, así que yo no puedo decir que algún día fui mamona o que conocí el arte de mamar.
La quema de libros prohibidos
Un día de desesperación mi mamá rompió y quemó todas las fotos y nuestras cosas y se fue a vivir a México, que desde años antes era su refugio. Se puso a trabajar  mientras nos dejaba a cargo con mi abuela, desde  entonces nosotras cargaríamos con la letra escarlata de la familia, bastardas y nada más, aunque mi mamá era como hechicera porque nunca lo sentimos, tuvimos carencias pero nunca nos sentimos así, su escudo protector era más fuerte que las calumnias de mis galleros, misóginos y ricos tíos.

Mi abuela que siempre me ha adorado, y me ha dado ternura a su manera no supo como protegernos y un día uno de los tíos, no se cual, nos echo de la casa, sacó nuestros trapos y nos corrió, ese día mi mamá se fue a vivir a Acapulco con uno de sus amigo- pretendientes, dice que tenía una casa muy mona y que nos quería mucho, pero desde entonces yo ya era enfermiza y cada mes me tenían que inyectar, cuidar etc. Así que otros dos meses en Acapulco y nos tuvimos que regresar a México porque Acapulco era un clima al que no me adapté. Vaya que desde que nací le rompí la madre a la mía.

Sin tener a donde ir, se fue con mi tía Alma en México ella es para mi mamá como la chata para mí. Su mejor amiga con miles de defectos pero su mejor amiga. Pero como reza el dicho el muerto y el arrimado a los tres días apesta, mi tía le dijo –“oye porque no mandas a esas gordas con su abuela, ella que las mantenga, para que quieres cargas”.

La chata que desde aquellos tiempos vivía pegada a mi mamá, no permitía que se le separase ni un segundo, fue la clave de nuestra unión. Mi mamá tomo nuestras cosas y nos llevó al rancho de la abuela, es raro pero eso sí lo recuerdo con nitidez, que estamos pegadas a la ventana viendo como mi mamá se iba y nos dejaba, la Chata lloraba y le gritaba con todas sus fuerzas y su amor, “mamá, mamá, no te vayas” ella regresó y le dio un billete de color azul eléctrico de cien pesos. Aún así lloró, no sé lo que habrá sentido pero se fue, con el dolor de no poder con dos hijas, se fue.
Una vez que se fue, mis tíos jugueteaban con nosotras, nos treparon a una hamaca etc. Etc. Pero el recuerdo más bonito, porque la neta yo no sabía de que se trataba a diferencia de la chata que sí sabía que era nuestra despedida. Fue cuando mi enorme abuela y hasta hoy lo es, nos cargó en su regazo a cada una de un lado y nos tomaron una foto.
El rey mago en su vida

Se supone que nos abandonaría mi mamá, pero dos semanas después no soportó y regresó por nosotras, llevábamos puestos los vestidos que nos había comprado la abuela y que los usamos por mucho tiempo. Regresamos con la abuela materna y de nuevo nos corrieron pero un rey mago posfechado llegó a nosotras, era mi papá el único, el verdadero, el inigualable…
Después de tres meses de conocerlo  y de salir con mi mamá, otra vez la corrieron, pero esta vez nuestro destino había cambiado. En lugar de darnos la patada como ya era nuestra costumbre, rentó un cuartito para nosotras, nos compró fiados unos muebles, y poco tiempo después se fue a vivir con nosotras, él sabía que mi mamá no lo quería ni tantito, pero nos cobijó. Nos compró un disco de Parchis que la chata y yo siempre escuchábamos y mi mamá ponía un disco de ABBA que nos encantaba, bailábamos por  horas, yo siempre fui buena para bailar y me apasiona, es cómo lanzar tus demonios al aire.
Fueron buenos momentos a veces ella tomaba su guitarra y nos cantaba canciones, pero había dos especiales que hasta la fecha nos hacen llorar a mi hermana y a mí. “Chiquitita” de ABBA  era una de ellas y la otra no sé como se llama pero si se me una parte “ Adiós mariquita linda, ya me voy por que tú ya no me quieres, como yo te quiero a ti”. No sé que sucedía pero la chata lloraba más que yo y le suplicaba que no se fuera, tal vez recordaba nuestro efímero abandono.
Un papá de regalo
Y así entre muchas cosas que recuerdo y otras que reconstruyo a través de la historia oral de la familia llegué a la delicada edad de los cuatro años, con un padre chido, que me llegó como regalo de reyes su cumpleaños era el siete de enero, y que aunque tuvo otros tres hijos con mi madre, que son mis tres hermanos menores y que también amo, nunca tuvo distinciones.
“Mis hijas” se pavoneaba, “tengo cuatro y mi hijo” presumía a la gente, apenas si estudió la primaria pero era un genio, dulce, era muy bueno para el fut y jugó en la liga del municipio, nos enseñó a jugar y nos apoyo cuando Nidia y yo nos metimos a la misma, lo recuerdo cuando nos llevaba, con sus huaraches de baño a entrenar  básquet bol, era genial, odiábamos los ejercicios que nos ponía, pero funcionaba.

El era más que  un rey mago, seguro que Merlin lo envidiaría, pues tenía la magia de hacernos sentir ricas, o mejor dicho, sabía como hacerle para no sentirnos muy pobres, salvo el 6 de enero por supuesto. Tenía la magia de darnos momentos felices.
Ayer fue tu cumpleaños naciste un siete de enero de 1953 y nos dejaste un 25 de marzo, 25 como cuando Eddi me dejó, pero sé que lo estás cuidando tú, como siempre lo hiciste.

El día que durmió, ya no hablaba, Nidia estaba cuidándolo, ya no despertó, fue una muerte cordial para alguien que siempre vio con buenos ojos la vida a pesar de las barreras, odiaba la política y siempre me regañaba por meterme en esos rollos, era amigo de todo Huauchinango, la gente en verdad lo adoraba, recuerdo que cuando le avisábamos a sus más allegados que eran muchos, no lo podían creer, una comadre de él que no lo había visto en años se puso a llorar y me abrazó. La desafortunada mujer cuando me vio en la puerta después de cómo quince años de no visitarla, me observó anonadada, no pudo más que emitir una palabras, sabía de que se trataba, “no me digas, no me digas, por favor, no lo hagas”.

Hoy entiendo que la vida nos había marcado para estar las tres juntas, que los mejores momentos de mi vida son cuando las tres nos miramos al pasado bailando por los rincones de la casa “Dancing Queen”.  -“yo can dance”-, yo agregaría you can dream, y que nuestro rey mago nos miraba satisfecho mientras sostenía en sus brazos a la pequeña Nidia, su tercero primogénita.  

mi quejumbrosa amiga

Beauty fotógrafa, buena amiga, comadre de medio mundo, le gana a Melquiades Morales, chistosa y despistada, medio loca, pero eso la hace genial a la tipa, la primera vez que hablamos fue por teléfono, yo casi la mando al carajo y laa ingrata se burló de mi con Martell, hasta la fecha se burla de la ocasión. En realidad nos hemos convertido en buenas amigas, todos la consideran atractiva y buena onda, y sé que me va a matar cuando lea esto pero estáa traumada con una parte de su cuerpo, los que la conocen no tendrán problema en saber que atractivo es, porque por más que hace por esconderlo siempre resalta a la vista de sus admiradores. Acepto que yo siempre la jodo con el asunto de que desde que dejó al novio con carro ya no tenemos en que movernos y que ella ya no tiene vida social, pero ante todo debo decir gracias Esther Chelius, fue un año magnifico. Posted by Picasa

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un futuro ratón de biblioteca

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Gael

















La inocencia de un niño feliz

Gracias London




Siempre soñé



Los días felices son aquellos que no se ven, los días tristes aquellos que se llevan siempre en la memoria y los nostálgicos son los que queremos que regresen



la regina torné

Ese era su secreto


Ese era su secreto

En realidad no te quiero aquí, tú que a todo le pones nombre, que deseas que lo inexplicable se explique, que piensas que la semántica se inventó para que tú puedas descifrar el significado de los mundos intangibles. No pido comprensión o tal vez sí, hoy, cómo tú, también quiero una respuesta.

¿Cómo?, me pregunto si algo de lo que yo estoy segura es que faltan muchos nombres por inventar, muchas frases que construir, muchos mundos que no podrán ser nunca explicados, porque esas son cosas que sólo Dios puede explicar, esta no es una clase de anatomía, donde le das una explicación muy objetiva al funcionamiento del cuerpo humano.  Las emociones no son así, hoy  recordé  nuevamente una de las enseñanzas familiares- ¿familiares?- “No le tengas lástima a nadie”, nunca mires con lástima a alguien, porque eso lastima más, la lástima es una forma de lastimar, de lacerar más a cualquier ánima,  hoy lo recordé porque en sus ojos había lástima, era como decir pobrecito perro, pasó la noche en la calle, en medio del frío y nadie le dio cobijo, fíjate como se ve todo flacucho, triste y pulgoso.



Ella siempre odió la lástima, desde que era niña. Estaba dispuesta a enfrentarla a ser dura, a levantarse si caía, a pesar de la infancia caída,  a pesar de llevar una vida de campo, de dolor y de pena, de no recibir ningún juguete el día de reyes, de comprender que ni siquiera existían, que por eso nunca llegaban para rescatarla cuando estaba cansada al lado de sus hermanas, después de lijar un carro, o cargar los pesados blocks para la construcción de la ilusionada casa que nunca se terminó.

Como muchas veces recordó que no debía mostrar sus debilidades y menos a la familia materna que estaba llena de misoginia, aunque siempre admiró a su madre porque con todas sus desventuras y con todos sus defectos estaba llena de valor, y era capaz de defenderlas a toda costa. La familia creída que siempre los menospreció, -si alguien piensa que los pariente pobres es una telenovela, se equivoca- se pregunta por qué es tan dura esta derrota por qué hoy no se pude levantar. Han pasado cosas peores ella y sus hermanas, principalmente la mayor, la que fuera compañera de sus desventuras.

Una vez recuerda efímeramente, probablemente tenía cinco años, que uno de los tíos ricos, Navo, llegó con un montón de enciclopedias, todas ellas muy bonitas con sus forros de colores, había tres muy especiales, una de historia universal otra de geografía y una más de los deportes –todas ellas ilustradas- fueron de visita a la casa de la abuelita ella, su madre y su compañera de desventuras, habían atravesado todo el barranco para llegar a la casa de la abuela, ellas vivían en el barranco en una casa de madera con piso de tierra, con cientos de orificios por los que se colaban los ratones de campo, esos que ella tanto temía y que ahuyentaba con bolitas de papel que arrojaba desde la cama al lado de su hermana mayor, que  era como su ángel protector, aunque siempre mandaba  por ser más fuerte. En fin ese no es el punto.

Llegaron a la casa de la abuela y el tío regalando a los sobrinos hombres las enciclopedias, a ellas ni siquiera les permitió tocarlas tenían las uñas llenas de tierra, ella tenía los tenis viejos maltratados y sin agujetas, su vestido sucio y su cara tal vez  polvorienta, no lo recuerda muy bien, su madre es la que guarda el recuerdo, no con amargura, sino como un reto.
La madre preguntó a su hermano, -¿oye por qué no le regalas una enciclopedia a mis hijas?, déjales una. Navo con su cinismo característico le contestó -¿Para qué? Si ellas van a ser tortilleras.
El corazón de esa madre tal vez se rompió pero ni siquiera musitó, sólo tomó a sus hijas y se largó, desde ese momento su madre compró con cientos de aboneros tantos libros como pudo, se empeñó en que fueran a la escuela con rigor, decidió cambiar su destino trazado, que cada helada mañana fueran a la escuela con el delgado sueter y la batita del uniforme, con el único par de zapatos que tenían, ellas tenían que ser diferentes. Esa madre con todos sus defectos estaba dispuesta a cambiar la historia de las cenicientas mexicanas en bellas damiselas de cuentos de hadas, aunque les arrancara la infancia, y logró. Todas ellas superaron expectativas de cualquier miembro de la familia y se han ganado la envidia y el respeto, aunque el tío no vivió para constatarlo, dos años después del incidente murió en un accidente de auto.

Una vez la madre le comento a la hija, después de un éxito profesional, “Tú tío Navo estaría muy orgullo de ti, ya ves que era muy culto y le gustaban los libros”. Ella no supo que responder, siempre llevaba ese recuerdo tan duro y humillante en su memoria, para no olvidar de donde viene y qué tanto le han costado las cosas, entonces, por qué las derrotas la noquean tanto.
Lo curioso es que esas tres enciclopedias la de historia, la de geografía y la de deportes definieron su vida futura, quien iba pensar que todas esas tardes que viajaba con la mente con esos mágicos libros recorría el mundo y los tiempos, -con el permiso de su abuela para hojear los libros- la iban a convertir en lo que fue. A pesar de tantos libros ella siempre sacaba las mismas enciclopedias, adoraba llegar a Australia y China, ver en esos pesados y hermosos libros verdes de empastado de piel, los autobuses rojos de Londres que el destino le permitió conocer.
Ella había inventado la máquina del tiempo y del espacio se sentía orgullosa, nadie más podía viajar a otros planetas y a otros países, sentada en el sillón café, tocaba libro por libro, los olía, los revisaba meticulosamente, grababa en su memoria cada imagen, cada lugar, cada fecha, cada página, y así nomás viajaba.

Soñaba con un día subirse a un avión o a un helicóptero, como los que llegaban a menudo al campo de fút bol. Y que ella complacida con algunos de sus primos corría desesperada para verlos. Soñaba con algún formar parte de alguna facultad de filosofía y letras como la Nacha la del libro de la noche de Tlatelolco de la Poniatowska, soñaba y soñaba y soñaba y cada sueño era tan real, que podía platicar con Lenin,  con Kennedy con Gandhi y Zapata, se pasaba horas reclamándole a Zapata por qué había ido a esa hacienda, por qué se dejo matar.  
…….
Unos días atrás subió al segundo piso de su hermana, esa que siempre ha sido su escudo protector y su silenciosa confidente, y en muchas ocasiones su secreta admirada.
El año estaba por concluir, la hermana quería mostrarle los avances de su segundo piso, de repente en medio de tanto block y cemento, con la construcción en obra negra, como un feed back los recuerdos llegaron a su memoria. Solas sin cómplice alguno salvo su hermano menor, el último el que casi no vivió las carencias, ni las penumbras porque sus hermanas mayores estaban dispuestas a ocultárselas  a él y a las otras dos hermanas  menores, se pusieron a recordar, -¿te acuerdas cómo teníamos que cargar nuestra cubetita de arena en lugar de salir a jugar?
-Sí, mensa como no, y te acuerdas de la casa de madera con los ratones que se nos metían cuando vivíamos en el bordo…
-Sí y tú te acuerdas…

De repente recordaron tantas cosas y las carcajadas a todo pulmón llegaron, su hermano sólo las veía complacido, sabedor que las heridas estaban sanadas, las carcajadas en realidad eran tantas lágrimas ocultas por tanto años que ya ni siquiera podían salir en esa noche tan oscura y cálida a la vez, sólo ellas sabían por qué, nadie podrá entender nunca ni el valor, ni el significado de esas lágrimas encubiertas de carcajadas, sólo ellas lo sabían, y ese era su secreto.

Friday, January 06, 2006